Trastorno bipolar: Los extremos emocionales
El trastorno bipolar es uno de los trastornos más populares y aún así, junto a la depresión y la esquizofrenia, continua siendo una de las grandes desconocidas entre las enfermedades mentales.
Esta caracterizada por la presencia de episodios maníacos y depresivos durante el transcurso de la enfermedad, a nivel coloquial es lo que se conoce como "altibajos emocionales".
Lo cierto es que afecta en torno al 1% de la población mundial y por igual a hombres y mujeres (este dato es interesante, dado que es común asociar la enfermedad a las mujeres), la edad media de inicio se encuentra alrededor de los 20 años, con una tasa de suicidio del 10- 15 % de los afectados que no siguen ningún tratamiento.
Lo que lo diferencia del trastorno depresivo mayor es la aparición de episodios maníacos, estados de ánimo elevado, eufórico y expansivo, que tienen un transcurso de al menos 1 semana.
Durante estos episodios se muestran desinhibidos, duermen poco, aumentan su actividad social, a menudo beben alcohol en exceso, tienen actitudes promiscuas, asumen riesgos y sienten una energía incontrolable que les empuja a realizar proyectos imposibles.
Hablan sin parar, aparece la fuga de ideas (flujo de palabras a gran velocidad y casi continuo). Los temas que prefieren suelen asociarse a la riqueza, capacidades sobrenaturales, misiones espaciales, ideas de grandeza,...
El problema durante estos episodios es la repercusión que tiene en las actividades sociolaborales que pueden causarle daño a él mismo y a los demás, por ejemplo, pueden llegar a gastar todos sus ahorros en una noche creando deudas que luego no pueden asumir.
Se pueden diferenciar dos tipos de trastornos bipolares dependiendo de la gravedad de los episodios maníacos que presentan:
El Trastorno bipolar de tipo 1: Existen episodios maníacos asociados con episodios depresivos (la gravedad de estos episodios es mayor), en esos estados maníacos pueden deformar la realidad y sufrir alucinaciones.
Y el Trastorno bipolar de tipo 2: Los episodios depresivos mayores se asocian a cuadros hipomaníacos. Es decir, muestran mayor sintomatología del trastorno depresivo mayor, pero los estados de excitación son más leves, pierden menos el contacto con la realidad.
MITOS ACERCA DEL TRASTORNO BIPOLAR
Popularmente se suele asociar el trastorno bipolar a cambios de humor bruscos o para referirse a aquellas personas que cambian rápido de parecer. Es importante entender que un trastorno es aquello que repercute seriamente en nuestra vida diaria, y nos impide realizar actividades cotidianas con normalidad.
El trastorno bipolar está relacionado con un una visión alterada de la realidad, que afecta al estado emocional del individuo, de ahí que antiguamente se conociera como psicosis maníaco- depresiva, ya que las psicosis están relacionadas con alteraciones perceptivas.
Además, existe un estigma generalizado debido el desconocimiento del trastorno y la afectación real que tiene. Veamos algunos mitos relacionados con él:
"Es culpa suya estar así", se cree que la propia persona tiene poder de decisión sobre su enfermedad, que es su elección estar mal.
El trastorno Bipolar, como muchos otros trastornos, esta causado por la interacción de factores genéticos, biológicos y ambientales, es la suma de diferentes factores los que causan la enfermedad. Tiene una aparición temprana (en la juventud) y el detonante puede ser un acontecimiento el cuál sea vivido de forma traumática (la muerte de un familiar, por ejemplo).
"Las personas que lo sufren nunca van a ser normales", esta idea aparece en los propios pacientes, sienten que ya no podrán lograr sus objetivos y hacer cosas tan normales como casarse o conseguir un buen trabajo.
Este pensamiento es falso y viene asociado al estigma que conlleva la enfermedad. El trastorno requiere cambios en ciertos aspectos de la vida de los pacientes, pero podrán tener una vida completamente normalizada.
"El tratamiento es peor que la enfermedad", como con otros trastornos que requieren medicación crónica se tiene la falsa idea de que más que ayudarles hará que empeoren o les causará dependencia.
La medicación es muy beneficiosa y además ayuda a desarrollar una mejor terapia.
TRATAMIENTO
Este trastorno tiene un carácter crónico, es decir no existe cura, con lo cuál deberá mantenerse el tratamiento bajo seguimiento.
El litio sería el principal tratamiento farmacológico a largo plazo, está considerado como un potente "estabilizador del estado de ánimo". Todos los estabilizadores tienen efectos sedantes, en el caso del litio se trata de un metal alcalino altamente tóxico para el sistema nervioso, el intestino y los riñones en dosis relativamente pequeñas. Antes de que aparezcan los signos de toxicidad completa, el litio provoca la inhibición de la conducción nerviosa, produciendo sedación.
Las personas que sufren de bipolaridad manifiestan estados maníacos (sobreactivación), especialmente el tipo 1, por lo que el litio es eficaz para moderar estos estados, pero debido a su toxicidad se usa con cuidado y en dosis muy pequeñas.
Los demás fármacos que en la actualidad se consideran estabilizadores del estado de ánimo (neurolépticos y benzodiacepinas) son también sedantes e inhiben la actividad nerviosa de diferentes maneras.
A pesar de que es importante un tratamiento farmacológico en estos pacientes, será prioritario realizar psicoterapia asociada, para de esta forma conseguir mejorar el entorno familiar, social y laboral del mismo.
RELACIÓN CON CONTEXTO FORENSE
Al igual que con el trastorno depresivo mayor, este trastorno en fase maníaca puede que la persona cometa actos delictivos como consecuencia de su hipertimia (episodios maníacos), delitos por estafa o pérdida del patrimonio. Si en estos casos el juicio de realidad permanece inalterado se podría contemplar el trastorno como atenuante y si ha perdido el juicio de la realidad, sería inimputable (De Luxan y Osorio, 2013) además, debido a su excitación/euforia es difícil que controle y dirija su comportamiento.